Porsche 930 • 1974-1988

Esta generación supuso notables cambios estéticos, y son facilmente identificables por los fuelles en los parachoques que actuan como amortiguadores, impuestos por la nueva legislación en Estados Unidos. Todos los motores del 930 tenían una cilindrada de 2.7 litros. El modelo básico ofrecía una potencia de 150 CV, y el modelo S 175 CV, integrando una inyección electrónica Bosch. Tras el enorme éxito de su predecesor, el Carrera completo el programa como buque insignía de esta gama, manteniendo la misma motorización del Carrera anterior. En todos los modelos se seguía ofreciendo la versión Targa.

Pero la gran novedad que aportó el 930 a la historia del 911 fue el Porsche 911 Turbo, el primer vehículo en serie del mundo con aspiración forzada por turbocompresor del mundo, y el vehículo fabricado en serie más rápido en aquel momento. El alerón trasero sobre el capó motor hacían del Turbo un vehículo inconfundible. Sin embargo, este modelo era conocido entre los aficionados como el "Widowmaker" o "creador de viudas" debido al retraso en el turbo. Al principio, tras pisar con brío el acelerador, no ocurría nada, y solo cuando aumentaba la presión en la alimentación era cuando el coche salía disparado. Esto causó muchos problemas a conductores sin experiencia que intentaron acelerar en plena curva. El Porsche 911 Turbo estaba propulsado por un motor bóxer 3.0 litros y seis cilindros que erogaba 260 CV, lo que le permitía acelerar de 0 a 100 Km/h en 5,7 segundos.

En 1978 se inició la segunda fase con el Porsche Turbo 3.3. Con el aumento de cilindrada y la incorporación de un intercooler, el bóxer alcanzó los 300 CV. Ese mismo año desapareció el Carrera, y pasó a denominarse SC, con el bóxer de 3.0 potenciado hasta los 180 CV.

En 1981 el Porsche 911 estuvo en un tris de desaparecer, pero esa es otra historia. En cambio, se presentó el Porsche 911 Cabriolet, que se ofrecía junto al Coupé y al Targa. En 1984 se actualizó el bóxer y se llevó hasta los 3.2 litros, generando 231 CV. El último año de producción, Porsche ofreció otra espectacular versión abierta, el Speedster, un homenaje al 356 del mismo nombre. El Porsche 911 930 supuso un gran éxito comercial, y permitió a Porsche encarar el futuro con optimismo.



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