Porsche 928 • 1978-1995

A principios de los setenta, el entonces gerente de Porsche, Ernst Fuhrmann, estaba convencido de que el 911 se acercaba al final de su vida comercial. El Porsche 911 era un coche dificil de fabricar, gestado cuando Porsche era un pequeño fabricante, con una arquitectura superada por los grandes avances de la época, y diseñado para ser fabricado por partes, dificultando la automatización de la cadena de montaje. Por ello, en 1971 encargó, bajo la supervisión de Ferdinand "Ferry" Porsche, el diseño de un nuevo modelo, el 928.

El objetivo era claro, un GT (Gran Turismo) 2+2 de lujo y muy potente, con tracción trasera, refrigerado por agua y capaz de devorar kilómetros y kilómetros en las veloces Autowagen alemanas, lo que lo diferenciaba claramente del 911, que era un verdadero deportivo. El objetivo secundario era conseguir un vehículo más "sencillo" de fabricar que el 911. Durante el proceso de diseño del 928 se estudiaron varias configuraciones en la posición del motor, trasero y central, pero dado que buscaban usar un motor de gran cilindrada, estas configuraciones fueron desechadas por problemas técnicos. Al final optaron por montar el motor en la parte delantera. Se trataba de un V8 de 3.3 litros que erogaba 240 CV.

El Porsche 928 se lanzó en 1978, y era la gran esperanza de Fuhrmann para reemplazar el 911. Su silueta y los faros, escamoteables pero visibles, lo hacían inconfundible. El modelo fue elegido ese mismo año Coche del Año en Europa, siendo este el primer modelo de Porsche que lo conseguía. Sin embargo, nunca fue un éxito de ventas, en sus 19 años de vida comercial tan solo se vendieron 58.000 unidades. Del modelo Porsche 911 SC se vendieron 57.000 unidades en tan solo seis años. Varios parecen los motivos de su poca popularidad; entre ellos el precio era el más importante, ya que era un coche caro. Además, era muy grande y con motor refrigerado por agua montado delante. Quizá demasiados cambios para el cliente habitual de Porsche.


Lo cierto es que, de haber dependido del presidente Ernst Fuhrmann, quien favoreció los modelos 924, 944 y 928 para asegurar el futuro de la empresa Porsche, la historia del 911 hubiese finalizado en 1981, de acuerdo a lo establecido en sus inicios. Sin embargo, Fuhrmann fue reemplazado, a petición de Ferry Porsche, por el estadounidense Peter Schutz. Porsche atravesaba por una profunda crisis de identidad, las ventas de los nuevos 924 y 928 no despegaban, y las del 911 permanecían estancadas. El mismo Peter Schutz reconoció que, al llegar a Porsche se encontró con una empresa que había perdido la motivación. Tras tres semanas en el cargo tomó una decisión que acabó por salvar a Porsche, revocar la decisión de eliminar el 911. Esta, sin duda, fue una decisión acertada, por que los modelos de motor delantero se interrumpieron poco tiempo después por la falta de demanda.

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