Vueltas y más vueltas

Aunque llevaba desde 1971 visitando los circuitos, el primer éxito serio del Porsche 911 en circuitos la encontramos de la mano del americano Peter Gregg en 1973 cuando, a bordo de su Porsche 911 Carrera 2.7 RS con el dorsal #59, consiguió el Campeonato TransAm en Estados Unidos, repitiendo resultado en 1974. Desde entonces y hasta llegados los ochenta, las carreras GT internacionales estuvieron dominadas por el Carrera 2.7 RS de los equipos privados de Kremer y Georg Loos.

En 1976 llegó el Porsche 934 Turbo RSR. El turbo compresor hacía enloquecer al motor hasta llevarlo a los 580 CV, y dominó el European GT Championship en 1976 y 1977. Y entonces, apareció el Porsche 935.

El Porsche 935, con un agresivo frontal y un salvaje alerón trasero, poco se parecía al producto inicial. Con este modelo, homologado para el Grupo 5, los pilotos de Porsche se enfrentaban entre ellos solos, ya que no tuvieron rival. Entre 1977 y 1979 sus éxitos en los diferentes campeonatos de resistencia fueron tales, que el 935 es uno de los vehículos de competición más laureados de la marca.

Hoy en día, los Porsche siguen causando admiración en los campeonatos de resistencia. Por ejemplo, en 2008 un Porsche 911 997 GT3 RSR ganó las 24 Horas de Nürburgring.



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